Lo mejor del mundo

sábado, 24 de septiembre de 2011

Sólo es cuestión de tiempo...


— ¡Hola~!
La chica alegremente saludó a su compañera, haciendo el gesto de victoria con la mano, y modulando la voz de una forma que daba a entender que no tenía ni un solo problema. La otra, se limitó a levantar la vista de su dibujo, y a quitarse uno de sus auriculares.
—Hola.
Su voz era la de siempre. No se molestaba en parecer o demostrar. Con esa palabra le bastaba y sobraba. Se levantó y dejó pasar a la recién llegada quien, con su caminata tan particular, y sus pequeños saltos, se sentó en la silla situada al lado de la ventana. Miró de nuevo a su compañera de banco. Le resultaba extraño, y a la vez tan extraordinario… Nunca había conocido a alguien como ella. Era tan… particular. No, mejor dicho, “especial”. No sabía por qué, pero desde la primera vez que hablaron, se había ganado su confianza.
—Ché, chéeee~ ¿Qué tás dibujando?
Codeó un poco a su compañera, quien mostró rechazó hacia su actitud, y luego se asomó por su hombro. Lo único que había en la hoja era un esqueleto de referencia para un cuerpo, dibujado con ese tan famoso lápiz Staedler HB que ella ya había comenzado a odiar. Tal vez eran los celos, porque sabía que cuando dibujaba, se olvidaba del mundo. Tal vez era que había sido esa profesora que no soportaba en lo más mínimo quien le pidió al curso entero que comprase uno de esos. Si de todas formas, nadie lo usaba… Excepto aquella chica misteriosa. De curiosa, la alegre muchacha los contaba. Ya era el tercero.
—No sabría decirte. No lo tengo terminado, así que te mentiría si te dijese qué estoy dibujando. Puede que cambie a medida que lo haga.
Su voz le resultaba cortante. No sabía por qué era así. O por qué no se sacaba los auriculares nunca. Por qué sus dibujos eran su mundo. Por qué nunca parecía querer mostrarle nada a ella. Y, aún así, para ella, era su amiga. Una amiga importante. Leal. Alguien de confianza. La dejó dibujar en paz, pero no sin antes soltar un bufido, un poco fingido, un poco no.
—Pero yo te decía por ahora~
Volvió a su mitad del banco y se recostó sobre sus brazos. Solía hacerlo, más que nada por pereza.
—Personajes.
Realmente no le decía mucho. Aún así, y sin que ella supiese, con sólo decirle eso, su compañera había empezado a contarle su secreto mejor guardado.
— ¿Qué son?
Tenía muy en claro que aquella chica sentada al lado suyo, con sus rulos negros y ojos oscuros, aborrecía a los humanos. Y, por el dibujo (que se trataba de dos mujeres, una con rostro dolido, cubierta de heridas, y otra detrás de él con mirada comprensiva) supuso que no lo eran.
—Adiviná. No te voy a decir, así que tenés que preguntar.
A pesar de que no se conocían hace mucho, luego la de cabello castaño, lacio, se enteraría de que eso era un hábito. Un hábito que comenzaría a detestar.
—Ehm… ¿Elfos? ¿Vampiros?
Fueron las primeras 2 cosas que se le vinieron a la mente. Después de todo, esas eran las criaturas que ella siempre retrataba.
—Es una híbrido. Y es una raza típica.
—Este… ¿Humano-Vampiro? ¿Vampiro-Demonio?
No era buena en las adivinanzas. Y menos cuando la otra persona era su polo opuesto, y tenía una forma de pensar no muy convencional.
—Típica.
Lo remarcó como si las opciones dadas no fueran válidas. La de castaño tenía que admitir, que no era del todo fácil para su mente. Ella siempre decía, que apenas y las neuronas le hacían sinapsis.
— ¿Vampiro-Hombre Lobo?
Seguía sin estar convencida, pero era lo que había.
—Sép.
— ¿Y cómo se llama?
Dijo señalando a la misma chica que antes. La que estaba detrás… no le interesaba. Pero… la que tenía el cabello largo, ojos no visibles, y heridas (de hombre lobo, supuso) le llamaba la atención de sobre manera.
—Stiufy.
Ah, había escuchado ese nombre antes… eso es. ¿No era parte de su nombre de e-mail? Seguido por su Nickname en el Lineage II. Sí, lo recordaba. También, pensó, sabía un mínimo sobre ella. “De pequeña, ella era la materialización de mis sueños, era una “yo” que metía en los mundos de otros libros, o pelis”.  Ese fue, probablemente, el momento en que comenzaron a abrirse entre ellas.

*2 años después*
 
— ¿De qué hablan?
Se asomó por encima del hombro de su novia, pero el mensaje no le decía nada. Para él, estaba escrito en código.
—Sobre Caleb.
Le respondió con su tono de “¿No es obvio?”, como si todos lo supieran. Todavía no se acostumbraba a que palabras como “Stiufy”, “Caleb” o “Suéter” (un apodo inventado entre medio de risas, para un tal personaje “Zu”) eran una jerga que sólo ellas dos entendían.
— ¿Quién es Caleb?
Y, a él, todavía no le cerraba. ¿Quién era? De vez en cuando, la palabra misteriosa surgía de los labios de ella. “Un personaje de Teff”. Pero ni eso tenía sentido para él. ¿Desde cuándo su prima tenía personajes?
—Ya te dije la otra vez que —Su voz se vio interrumpida por el pitido del celular, indicando que le había llegado un mensaje. Así, acostada como estaba, se estiró hasta la otra cama. — ¡Respondió~!
Tomó el celular con toda la alegría del mundo, como si hubiese ganado un gran premio. Presionó “Ver”.
[Che, sol]
Ah, pero eso no le gustaba. Puso cara de estar en problemas. Generalmente, cuando ella decía eso, era algo malo. O simplemente se iba a ir a dormir. No, no era posible, eran apenas las siete cuarenta y algo de la tarde.
— ¿Qué pasa?
Él se sentó y colocó sus brazos alrededor de ella.
—Dice “Ché, Sol”. Siempre es algo malo.
—Y, llamala.
En respuesta al tono despreocupado de él, ella lo miró con cara de “no entendés”. Era cierto, las situaciones entre ellas dos no eran de lo más comunes. Y, aún así, la llamó.
— ¿Teff~? ¿Pasa algo?
Realmente estaba perdida. Venían mandándose mensajes comunes. Hablando de ese dibujo de Caleb que le había prometido.
—No, ¿Por?
El tono tranquilo la alivió a ella también. Por lo menos no era nada de qué preocuparse.
—Como pusiste “Ché, Sol”…
—Ah, es que te quería decir algo. Igual, era para que mandaras mensajito, no para que llamaras.
— ¿Qué cosa?
—Te quiero.
Siempre lo decía de una forma en especial, que hacía que la liberase de todo. No importaba cuantos problemas tuviese encima, era como un hechizo mágico. Uno que nunca cambiaría, de eso estaba segura.
*~*~*~*~*~*~*~*~*
 No estoy segura ni de por qué publiqué esto, pero... es un caso real (? Nah, son dos situaciones que pasé con Teff (los diálogos en rojo son de ella). No sé, a veces me pongo a pensar... y a pesar de que todos nos dicen que somos "los polos opuestos", ella sabe cosas de mí que nadie más sabe. Lo mismo pasa con ella. Los diálogos de la primer parte (son de cuando yo tenía 13... pensar que en esa época todavía estaba en el mismo curso que Teff, qué bonito año fue el 2009 XD) no son exactos. La cosa fue MUCHO más larga. Pero en resumen. Y pensar... que sólo fue cuestión de tiempo antes de que me enterara de todo. Antes de llegar a decirnos "Te quiero", pasó un año. Recién este año nos abrazamos. Es una de las dos personas (junto a Mio) por las que daría la vida. Sé que no lee esto, pero de todas formas... Me gustaría agradecerle, como hago siempre, por todas las cosas buenas. Por su confianza. Por su amistad.

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