Lo mejor del mundo

lunes, 1 de abril de 2013

16 falta la mitad!!

La historia de hoy habla un poco de como Alex se reencuentra con sus antiguos amigos, pero como esta escrito a base de la mente de Alex vas a notar que no le da tanta importancia a su entorno y se concentra en los momentos donde esta con Sam, pido que lo comprendan por como fue su vida.
Espero que te guste.


El Rencuentro (1985)
Historia de Alex
Pasaba tanto tiempo con ella que se había olvidado del mundo. Ese mundo que compartía con su compañero Joshua.
Pero todo se había esfumado con solo un beso, que recordaba con detalle…
-¡Alex!- Gritó ella sacándolo de su mundo individual.
-Hola, bonita- Dijo sonriéndole cuando se sentó junto a él-Otra vez te quedaste dormida- Reprochó riendo.
-Sí, ayer me acosté muy tarde… Trabajo en algo- Dijo buscando su desayuno era viernes, pero se había acostumbrado a que él lo buscara ya que se levantaba antes que nadie o tal vez no dormía. Pero eso ella no lo sabía.
-¿En qué?- Preguntó sonriendo de manera picara.
-Algo… ¿Tienes mí desayuno?- Lo cuestionó ya que solo vio una bandeja.
-¿Qué? Ah no hoy vamos a compartir- Dijo muy serio dándole una de sus medialunas.
-No, yo quiero las mías, anda búscame otras por favor- Se colgó de él como una niña. La niña que solo fue con su padre.
-Lo siento, pero llegaste muy tarde y ya serraron la cocina- Dijo jugando con su nariz.
-Te tengo una sorpresa, te la muestro después de que desayunemos- Dijo muy sonrojada, luego lo besó.
-Gracias por contarme- Agradeció feliz-Toma. Jamás podría quitarte la mitad de tú desayuno favorito- Y da la silla que tenía al lado con un equilibrio impecable saca la bandeja con el desayuno de ella.
Ambos rieron. Terminaron de desayunar y se sentaron en aquellas hamacas en las que se habían besado.
-Recuerdo ese día- Exclama ella contenta-El día que nos dimos un beso- Dijo al amacharse.
-Mejor dicho cuando me obligaste- Ríe él. Ella lo miró molesta y lo empujó un poco. Su hamaca se tambaleó.
Entonces fue cuando los identificó entre los demás chicos, eran aquellos niños con los que compartió su infancia, esos niños que tenían un padre de temer.
¿Qué hacían en un lugar como ese? Se preguntó mil veces. Los siguió con la mirada hasta que desaparecieron entre la gente. De repente ella hablo.
-¿Viste un fantasma?- Preguntó entre risitas.
-Tal vez- Dijo sorprendido y la sujetó de la mano-Sígueme creo que debes conocer a alguien- y comenzó a seguirlos. Tal vez solo fue su imaginación, pero debía verificarlo, lo necesitaba.
El preguntarles como estaba o decirles por que se había tenido que ir sin explicar nada. Saber el por qué de todas sus razones del en ese instante estar en un orfanato tan complicado de acceder como ese.
Corrieron bastante hasta que por fin los vio. Estaban en la recepción recibiendo unas cartas. Ellos se acercaron y Alex dijo:
-¿Ustedes son Bernard y Frederick?- Los chicos lo reconocieron ya que lo abrazaron casi al borde del llanto.
-Alex eres tú, pesábamos que nunca más te volveríamos a ver- Dijo Bernard, que era el que más hablaba.
Sam que poco entendía le preguntó a Alex quienes eran.
-El es Bernard y el Frederick fuimos muy bueno amigos en la infancia- Respondió feliz.
-Mucho gusto soy Samanta…- Comenzó a presentarse, pero Alex la interrumpió.
-Ella es mi novia- Dijo sonriendo.
Todo marcho muy bien, aquellos niños no pedían explicación y Alex supuso que jamás lo culparon a él…
-¿Cómo llegaron aquí?- Preguntó Alex muy intrigado.
-Nuestra madre nos trajo desde Alemania- Contestó Bernard.
-Nos alejó de nuestro padre en cuanto se enteró de lo que nos hacía- Dijo tímido Frederick.
Se quedaron en silenció, Sam no entendía nada, pero sabía que Alex se lo explicaría. Esa noche cuando los hermanos se fueron a dormir, Alex tomo a Sam de la muñeca y lentamente la llevo hasta las hamacas. Una vez sentados él habló.
-Cuando estaba con mis padres vivía viajando de país en país- Respiró hondo-Hubo un tiempo en el que vivimos en Alemania, ahí los conocí…- Había pensado en decirle todas esas cosa que no podía compartir con nadie y siempre se había preguntado por qué no tenía las palabras para decirlo, pero ahora lo sabía. No quería que ella sufriera con él la quería ver sonreír, pero ya era tarde ahora tenía que decírselo-Solía ir muy seguido a la casa de ellos y era todo…- Busco las exactas palabras-Muy normal, hasta que una tarde su padre nos encerró a los tres y nos lastimo, muy feo- Miró sus manos-¿Te acurdas que me preguntaste por qué mis manos estaban tan lastimadas?-
Ella asintió y no lo dejó seguir notó que le dolía. No le servía de nada lastimarlo para saber algo.
Se quedaron viendo las estrellas por unos minutos, entonces Sam cayó en algo muy importante.
-¿Soy tú novia?- Preguntó sonriéndole feliz.
Él la miró extrañado ya que eso había sido hace más de un mes.
-¿A qué viene eso Sam?- Rio un poco.
-Nada, es solo que lo tome tan natural que no me di cuenta, pero en realidad jamás me lo dijiste- Dijo bastante sería. Alex tomo su mano, la besó y con una voz muy formal exclamó:
-Querida Sam ¿Me haría el gran honor de ser mí novia?- Y la miró con ojos penetrantes. Ojos con los que ella no podía luchar, ni fingir, ni siquiera tomarse las cosas como un chiste.
Así que sin poder reírse al abrazarlo fuertemente dijo que sí.

Para mañana tengo una historia bastante triste: "Era más que un Humano"
Te amo mi reina!!
Mio

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