Hola ^^ jiji
esta historia esta escrita a propósito como continuación de la anterior, para que no quedaran tan cortas.
Perdón que se vea de esta forma, pero el internet se peleo conmigo.
¡Volviste! (1987)
Historia de Amelia
Se había levantado de mal humor. Le dolía tremendamente le cabeza y el estómago.
Al cambiarse, con esa ropa que usaba solo los fines de semana, salió de su habitación y caminó a paso pesado hasta la cocina. Se mantuvo sentada mirando un espejo que le había dado su tío a escondidas.
==-Yo siempre estoy junto a él. Si querés verlo solo tenes que prender la luz del espejo-==
Recordó las palabras que su tío. Aquellas que le dijo la noche anterior. Pero por alguna razón, que ella no entendía, no recordaba más de aquella noche. De repente alguien grande la abraza por atrás.
-No te di ese espejo, para que sufrieras tanto- Dijo una voz, la cual reconoció como la de su tío.
-No sufro tío, tranquilo. Solo… pienso- Exclamó ella.
Ben se sentó junto a ella, en una de esos banquillos altos para mesadas.
-Yo sé que debe hartarte que te repita mil veces que no puedes verlo y tal vez para tú edad mí razón no es la mejor, pero te pregunto algo- Mientras él hablaba ella lo miraba atenta-¿Sí tú, tuvieras que separar a hermanos, por qué lo harías?- Preguntó usando ese tono que no te permite mentir.
-Porque… sería si fuera un gran peligro- Dijo muy segura-Como la muerte- Agregó.
-Entonces ¿Por qué estás tan insistente con el tema de verlo?- Reformuló él.
-Yo no lo mataría, nada referido a esté ambiente- Dijo algo disgustada.
-En eso te equivocas y mucho. Te explico…- Respiro hondo y comenzó-No pueden verse sin correr el riesgo de que los una el lazo de amor-
-Pero- Interrumpió ella-Jamás me enamoraría de él-
-Eso no lo sabes, las probabilidades son altas. Después de todo está en tus genes- Aclaro él con muchísima paciencia. Se quedaron en silenció, él se levantó y comenzó con el desayuno.
-Pregunta y… eso ¿Qué tendría de malo?- Dijo una duda repentina.
Él sin mirarla comenzó a contestar.
-Dos cosas para ser más preciso, la primera, no podrían procrear generaciones, lo matarías en el acto- Ella sintió como su corazón se detenía y luego volvía a latir-Y segundo, hay alguien que no soportaría verte enamorada de otro y te lo digo por experiencia, es realmente horrible- Siguió con su cocina.
-¿Quién es, tío?- Preguntó más que curiosa y solo deseo que fuera Dorian.
-Ese es mi secreto, sí deseas saberlo deberás pensar mucho- Dijo riendo muy divertido.
Por un lado se aliviano porque por lo menos quedaría en duda, pero por el otro lado tenía unas ganas fuertísimas de saber.
Uno a uno fueron llegando. Luego Ben y Geni se marcharon, tenían que cuidar de Alex.
Amelia sentía como, la tentación, se la comía lentamente. Había estado todo el mediodía con los mellizos y aunque siempre se divertía, quería verlo, abrazarlo…
¿Y si se enamoraba? No importaba lo reprimiría, pero quería y lo quería desesperadamente.
Cuando ambos chicos se fueron a descansar, ella aprovechó para escapar.
Corrió lo más rápido que pudo hasta llegar a las fronteras del “Paraíso” y el “Abismo”. Como odiaba esos nombres.
Un bosque negro y muerto se extendía por lo menos veinte metros y en el había criaturas, que no importaba si eras de cualquier especie, ellas con solo tocarte desaparecería tú alma sin dejar rastros. Eran peores que los demonios, se los llamaba “Guardianes”.
Comenzó a caminar can cautela para no llamar la atención de ninguno, hasta ella que había sido criada para no temer, se asustaba en aquel bosque. No hacía ningún ruido al caminar y todos los pasos los meditaba dos veces, pero al parecer no bastó porque una espacie de gigantesco puma se paró frente a ella.
-Tranquilo, solo quiero pasar- Dijo casi a punto de desmayarse.
-¡No!- Resonó un gritó en su interior.
-Por favor quiero ver a mi hermano- Suplicó casi de rodillas.
-¿Hermano?- El gran animal dudo por unos segundos, pero luego volvió a gritar:-¡No, por aquí no pasa nadie!-
-Está bien…- Comenzó a darse la vuelta, cuando de repente se escuchó un disparo. Ella se volteó rápidamente y vio al animal caer al piso-¡No!- Gritó instintivamente y corrió hacía él.
Sacó una enorme bala del estómago del “Guardián” e intento para la sangre.
-¡¿Qué haces?!- Gritó un hombre que se acercaba corriendo, al que Amelia no hiso caso.
Al llegar junto a ella la pateó para que se alejara del a puma.
-¿Qué le sucede?- Preguntó mirándolo con furia.
-Estos monstruos, no nos dejan pasear libremente entre los mundos- Contestó el hombre muy avivado.
-Es su trabajo. No puede matarlos es ilegal- Dijo enojada, pero sin gritar.
-¿A sí? ¿Y cuál sería mi pena almita tonta? ¿Sabes que soy un demonio?- Y mostró colmillos iguales a los de una vestía.
-Tú castigo, al herir a un “Guardián” en frente de un superior- Ondeó su cola para que la viera bien-Sería a muerte…- Grandes garras se asomaron de sus manos y con un rápido movimiento le arrancó de las manos el arma destrozándola, al señor que estaba atónito de la sorpresa.
Pero los planes de Amelia mejoraron ya que escucho que más “Guardianes” andaban cerca. Se despidió con una elegante reverencia, alzo al “Guardián” en sus hombros y se marchó corriendo.
Al salir del lugar la vestía comenzó a achicar su tamaño. La dejó en el piso asustada y vio cómo se iba convirtiendo en un adorable leoncito, sin melena, color celeste. Luego un par de alas le brotaron, pero aún estaba muy herido, así que volvió.
Cuando llego a su casa ya había anochecido y al entrar Geni muy preocupada gritó:
-¡Gracias que volviste, Amelia!- Pretendió abrazarla, pero freno en seco cuando vio el extraño animal que traía.
-¿Qué es eso?- Preguntó Ben.
Dorian y Ash estaban tan preocupados como ella, habían notado el disparo.
-Un “Guardián”- Dijo algo asustada por lo que le esperaba.
-¡¿Un qué?! ¡¿Qué hacías en el bosque prohibido, Amelia?!- Comenzó a gritar Geni.
Pero Dorian sujetó su mano y exclamó.
-Mamá después la regañas, ahora hay que curarlo- Miró a su padre-¿Puedes hacer algo?- Preguntó preocupado.
-No mucho jamás trabaje con animales, menos con…- Dudó.
-“Guardianes”- Dijeron Amelia y Dorian.
Ben rio y sujetó al animal.
Pasaron varios minutos antes de que Ben la dejara entrar a ver al leoncito. El cual ya estaba despierto y más que asustado.
-Tranquilo- dijo sonriendo, una vez que su tío se fue de la habitación. Notó, ella, que estaba arrinconado en el techo.
-¡No!- Nuevamente retumbo la voz del “Guardián” en su cabeza.
-Pero no te are daño vamos, baja- Dijo dulcemente.
-¡Pero no quiero que me devuelvas a ese bosque horrible!- Gritó muy asustado.
-Quedate conmigo entonces- Exclamó extendiendo sus manos.
-¿Podría?- Preguntó bajando despacio.
-Por supuesto y serías mío- Abrazó con delicadeza al “Guardián” cuando este se abalanzo en sus brazos.
-¿Y cómo le vas a poner?- Preguntó Geni al terminar de servirle la comida.
-No lo sé…- Miró a Dorian-¿Cómo se llama?- Indagó.
-Am… no sé, pero tendría que ser algo con P- Se quedaron pensativos por unos minutos.
Ash vio de manera extraña el puré de papas que comía y exclamó riendo:
-Puré, puré-
Amelia y Dorian se miraron e inmediatamente dijeron:
-Pore- Y todos rieron por su sincronización.
-Me gusta mi nombre Amelia- Dijo el pequeño tirando de su camisa.
-Me alegra, Pore- Y sonrió.
Espero que te aya gustado. Mañana: "Alexander Shains"
Te amo!!!!!!!!!!!!!
Mio ^^
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