Es pero que disfrutes mi querido cascabel.
Cascabel (1947)
Historia de Genevieve
Hacía
ya meses que había regresado junto con aquella alma que llamó su atención en
cuanto la vio.
Ella
quien estaba más que resentida por sus otras relaciones considero esta como un
juego del que ambos formarían parte. Para él esto se sentía volver a nacer o…
algo parecido.
El
“Abismo”, como todos le decían, parecía a la vista un pueblo común. Su
arquitectura, parecida a la del siglo XVIII, era bastante pintoresca. Las
calles que eran de grandes piedras superpuestas y que al horizonte se pudiera
distinguir un gran castillo, te daban la certeza de que solo era un pueblo más
(dejando de lado la forma en la cual llegas), pero al uno fijarse en las
personas que caminaban por las calles:
Algunas
con partes de animales, algo que era absolutamente genético.
Ropas
extravagantes, coloridas.
Y
sobre todo eso su belleza esplendida, impecable. Ninguno aparentaba más de 18
años. Ben se sintió viejo.
Al
llegar a las puertas del castillo una “chica” (la reina) corrió a abrazar a
Geni.
-Buenos
días, Ben- Dijo Carol sonriente, una vez se separó de Geni.
-Buenos
días, Carol- Su voz sonó seria, pero parecía cansado.
-¿Cómo
les fue con las compras?- Preguntó la reina mientras hacía un gesto para que
entren.
-Muy
bien- Contestó Geni-Lo único, no conseguimos lo que pidió Edward- Ben la
escucho algo triste.
-No
se hagan drama, siempre lo pide, pero nunca hay- Dijo minimizando el asunto.
Carol siempre quería que Geni tuviera una sonrisa o por lo menos eso notaba él.
Entraron
al salón principal, donde los recibían un par de tronos. En uno se encontraba
sentado Ed.
-Hola,
tardaron mucho ¿Tienen mi cascabel?- Dijo, aun sentado, Edward.
-Lamentablemente
no, pero el levantarte y salir a buscar uno sirva para que dejes de pedir algo
que aquí, nadie tiene- Dijo Ben serio. No lo conocía hace mucho, pero no le caía
bien. Además por el cariño que le ponía Geni a las cosas que él pedía había
sido, para Ben, deducir cual era la historia.
Carol
estallo en una carcajada y Geni sonrió, no era de reír. En cambió Ed no lo tomó
nada bien. Jamás se había peleado con nadie, además le dolía que a Geni le
resultara divertido.
-La
próxima iré yo, perdón por ser odioso- Dijo avergonzado mientras se acercaba a
ellos.
Cuando
saludo respetuosamente a Geni y le dio las gracias, Ben dijo con una gran sonrisa:
-Muy
bien hecho, aquí está tu premio- Y de su bolsillo sacó un cascabel con una cinta
roja de la cual colgaba.
La
mirada de Ed se ilumino y tomo el cascabel entre sus manos y lo hiso sonar entre
las mismas para guardarse el ruido solo para él.
-¿Dónde
lo encontraste?- Preguntó Carol feliz.
-Lo
tenía- Tomo repentinamente a Ed de la mano acercando su rostro al suyo- Espero
que lo cuides con tú vida por que fue un muy preciado regalo- Lo soltó con paciencia
y se fue.
-Espera,
Ben- Dijo Geni y fue tras él.
-Qué
lindo gesto de parte de Ben, Edward- Se apoyó en el hombro de Ed.
-Sí,
ven escucha un poco- Dijo Ed. La besó y luego lo agitó.
-Ben-
Dijo Geni al llegar juntó a él.
-¿Sí?-
Preguntó, aún caminando.
-¿Por
qué se lo diste?- Geni tomó la mano de Ben, como era muy bajita apenas podía seguirlo.
-Porque
me arto- Dijo como si escupiera las palabras.
-Mentira-
El tono tan seguro de ella hiso que Ben parara y la mirara.
-¿Qué?-
Sonó indignado. Lo estaba, él jamás mentía.
-Que
no lo hiciste por eso, fue por otra cosa- Dijo enojada, mirándolo a los ojos.
-Mira,
sé por dónde viene esto y te voy diciendo desde ya que jamás, jamás miento. Vos
no me preguntaste si tenía otras razones- Sonaba más que enojado.
-Entonces
¿Cuáles fueron las otras razones?- Sus ojos se volvieron serenos, al igual que
su voz.
-Porque
odio verte mal por él- Dijo rendido, pero aliviado.
Ella
lo abrazo, le gustaba que fuera de esa forma.
Luego de cenar
Una
vez en la habitación que ambos compartían él, más aliviado, preguntó:
-¿Qué
tiene de maravilloso un cascabel, que Ed lo quería tanto?- Se recostó sobre la
cama, con la camisa desprendida.
-Te
dice tú deseó más anhelado- Dijo recostándose también.
-Y…
¿Sirve?- La miró al decirlo.
-Es
una posibilidad…- Se miraron al instante. Rápidamente corrieron hacía la
recamara de Edward y Carol.
Geni
golpeó desesperada la puerta de la habitación gritando:
-¡Edward,
préstame el cascabel!-
Ben
tocaba la puerta incesantemente, pero con paciencia. Al sentir que la puerta se
habría, luego de unos minutos.
-Tomen,
pero lo tiene que hacer sonar Ben porque se lo dieron a él- Dijo Edward con una
voz ronca y cansada.
Ben
tomó el cascabel entre sus manos y lo agitó. Rápidamente Geni y él acercaron sus orejas para escuchar.
-Oh
cielos, miren lo que tenemos aquí- La voz de una mujer se oyó-Tienen el mismo
deseó, algo lindo… Ambos desean el amor del otro…- Esta tan rápido como había hablado
se cayó.
Ambos
se miraron sonrientes. Ben dejo caer el cascabel sobre la mano de Edward y tomó
la de Geni. Caminaron tranquilamente hasta llegar a su habitación.
Esa
noche a diferencia de las otras no durmieron dándose las espaldas sino que
directamente no pudieron hacerlo.
Ya que lo suyo era amor puro… Para mañana: "Un Demonio y un Ángel"
Te amo
Mi onee
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