Ojo por Ojo, Diente por Diente (1946)
Historia de Benjamin
== Ella era la mujer más hermosa del mundo
(Según los ojos de él).
Ella caminaba tranquilamente por la
habitación, cuando de repente varios militares entraron en la misma. Pararon de
golpe y de entre ellos él, su más grande amor, fue arrojado cayendo sobre los
pies de la morena de piel blanca.
-Ben- Se agacho para ayudarlo-¿Te
encuentras bien, mi amor?- Él levantó la mirada, pero a ambos los apuntaron.
-No te preocupes, Ángela todo va a estar bien- Le susurró él
asustado.
Los militares los agarraron y los llevaron
hasta el edificio donde estaban las cámaras de gas.
-¿Qué van a hacer?- Preguntó Ben asustado.
-Matar a la judía traidora- Volvieron a
tirarlos al piso.
Él la miró sorprendido.
-¿Qué?- Dijo él.
Ella lo miró asustada, triste. Tenía un
nudo en la garganta, ambos.
-Mire usted mismo teniente, ella tiene la
estrella- Y todos la señalaron.
No quería mirar, no iba a averiguarlo, no…
pero ella se adelantó y se sacó la venda (supuestamente tenia salpullido)
dejando al descubierto una estrella de David amarilla.
-¿Por qué, no me dijiste nada?- Susurró él.
-No quería involucrarte, por eso perdón y
por lo que hare- Contestó ella en el mismo tono de voz- El teniente, no sabía
nada, haci que él no merece morir- Dijo a todos.
-¿Qué crees que haces?- Vuelve a susurrarle.
-Te salvó, tonto y que ni se te ocurra
salvarme, porque no te lo perdonare nunca- La tomaron y la metieron en la
cámara de gas.
Para él todo comenzó a ser muy lento, no
podía luchar con la voluntad de ella. No podía salvarla. Se paralizó y la vio
morir con una tristeza inexplicable…==
Abrió
los ojos con pánico. Miró un poco a su alrededor y suspiró. Recordaba ese
momento con detalle aun le dolía, pero no tenía que preocuparse por eso debía
cuidar de Leon. Además hace dos años que Melody estaba con ellos y ella era,
para Ben la más grande de las responsabilidades.
Se
levantó para comenzar a vestirse.
-Ben…
es muy temprano ¿Por qué te levantas ahora?- La voz ronca de Leon rompió el
silencio que Ben había intentado mantener.
-Un
teniente, debe levantarse más temprano, cabo- Ben se sentó junto a su joven
amor y se apoyó sobre su espalda.
-No
me jodas, Ben- Dijo Leon al reír.
-¿Cuántos
años cumplís? Jamás me dijiste tu edad- Susurró Ben al oído de Leon.
-Veintiuno…-
Lo dijo con todo el pesar. No era fanático de los años, además, a los 21 años,
en el ejército ya tenías suficiente edad para matar judíos en los fusilamientos…
-¿Y,
tú tristeza se debe a que eres un adulto y puedes ir a un fusilamiento o… hay
algo más?- Preguntó Ben, apoyando su nariz en el rostro de Leon.
-Porque
odio crecer- La voz de Leon preocupo deliberadamente a Ben, Quien no tuvo más opción
que obligarlo a sonreír o algo por el estilo.
Metió
su mano por debajo de las sabanas y acarició a Leon para abducir su risa.
-No-
Leon comenzó a reír, pero Ben comenzó a tener otras intenciones porque cada vez
bajaba más-Ben…- Leon se sonrojo.
No
tenía ropa puesta de ningún tipo y estaba boca abajo. Era una posición que Ben
no podía resistir, pero al sentir el primer gemido de Leon abandonó sus
intenciones sentándose en la cama.
-¿Qué
pasó…?- Al Leon levantarse vio que Ben estaba jadeando y su rostro estaba rojo,
más de lo común.
-Perdón,
no sé lo que me paso, fue muy extraño. Sentí que gritabas de dolor- Se miraron,
extrañados.
De
pronto tocaron la puerta.
-¡Pase!-
Gritaron al mismo tiempo.
-Buen
día, buen día. Yo sé que es muy temprano y se los escucho ocupados, pero
teniente…- Ella miró a Ben-Vístase por favor- Se tiró a la cama y se escondió
tras Leon. Estaba más que sonrojada.
-Lo
tuyo es extraño, no puedes verme sin remera. En cambió puedes acostarte con
Leon, quien está completamente desnudo- Dijo Ben poniéndose una camisa.
-Vera
usted, yo soy extraña- Mel contra ataco con una voz desafiante y sensual.
Ben
soltó una carcajada. La miró y dijo sentándose para ponerse las botas:
-¿Qué
era tan importante, Mel?-
-Sí,
un una hora abra un fusilamiento- Lo dijo tan tranquila, que para Leon fue
raro.
Ella
al igual que Ben parecía no inmutarse con esos temas, pero Leon estaba más que pálido.
-¿Qué?-
La voz de Leon era casi inaudible y que le faltara el aire no ayudaba.
-No
me digas, que te da asco- El tono burlón de Mel hirió a Leon y enfureció a Ben.
-No
digas esas cosas, él a diferencia de nosotros tiene corazón- La voz seria y
dura de Ben, la callo.
-Melody,
veni conmigo. Tengo que hablar con voz- Ben se levanta y se para en la puerta.
Al
salir ella Ben miró a Loen, que aún seguía es su mundo pensando como haría para
hacerlo. Cundo él sintió la mirada de Ben lo miró.
-¿Qué
pasa?- Los ojos tristes de Leon lo enternecieron y unas ganas desesperadas de
besarlo lo inundaron, pero no había tiempo.
-Cambiaté
y… por favor no estés haci ¿Si?- Ben le sonrió y salió de la habitación.
Se
sentó junto a Mel en los sillones y la miró. Se sentía tonta por haber abierto
la boca innecesariamente, era un mal hábito suyo.
-¿Te
come la culpa?- Dijo con ese tono sarcástico que adoraba usar con ella.
-Y
me duele…- Contestó sin mirarlo.
-¿Cómo
es el tema del fusilamiento de hoy, secretaria?- Su tono cambió, era más cálido.
-Sí- Una sonrisa se dibujó en el rostro de
Mel-Es en la frontera este, son más mujeres que otra cosa y todas son jóvenes-
Dijo acompañando con gestos.
-¿Son
muchos?- Ben se levantó y comenzó a servir café.
-No,
son unos 20 o 30, cuando mucho- Hablaban tan tranquilos y con una fluidez tan
extraña, que para Leon que los escuchaba, era horrible.
-Mm…
Son bastantes. Gracias por el café, Melody- dijo algo dudoso.
-Sí
a Leon no le gusta ¿Por qué se enlistó?- Mel se acostó sobre el sillón.
-Mi
padre me apuntó con una calibre 14…- La voz de Leon le puso los pelos de
gallina a Mel, quien se levantó asustada.
-Perdón…-
Dijo ella instintivamente.
-¿Por
qué lo hiso él, no tú?- Se sentó junto a ella y la abrazó-Sé que quieres
ocultar tu tristeza, pero con nosotros no tienes porque-
El
abrazo era tan cálido que Melody casi lloro, pero era más fuerte que todos o
eso quería aparentar.
-Yo
no tengo que esconder nada y no me abraces haci que no gusta- Lo apartó y le dio
la espalda.
-Que
espectáculo, pero ya está. Mejor nos vamos- Ben como siempre no podía no meterse,
no le gustaba que la niña esa lo trataba, pero si lo defendía siempre jamás se convertiría
en un hombre.
Caminaron
una distancia considerable, al llegar escucharon los llantos desesperados. Leon
tembló y comenzó a caminar más lento.
Mel
lo notó y le sujetó la mano.
-Tranquilo-
Susurró.
Ben
se limitó a acercarse a la fila de su escuadrón. Cuando Mel y Leon se pusieron
en posición se aclaró la garganta y dijo:
-Hoy
como todos ya se han enterado tendremos un fusilamiento. Ven es estas personas…-
Un
hombre sujetó a Ben y grito:
-¡No
tiene corazón, hijo de satán!-
Ben
se había hartado de la misma frase estaba furioso y quería volarle la cabeza.
Tanto le molestaba que sacó su arma y… recordó que Leon y Melody estaban
presentes. Y no quería que lo vieran en ese estado, jamás.
Se
volteó, un con el hombre colgado a su brazo.
-¡Cabo
Aidra!- Gritó-Quiero que haga guardia en el edificio oeste. Por favor Melody ve
con él-
-Sí,
señor- Dijo Leon, serio. Pero a él y a ella los inundaba una rara sensación.
Se
alejaron rápidamente disimulando la angustia. Escucharon dos disparos y contrajeron
los puños. Luego gritos.
Al
llegar a la prisión oeste Leon se tiró en el césped (el poco que había), Mel se
sentó junto a él.
-Como
odio esto- Susurró Leon.
-¿Por
qué?- Ella tomo su mano.
-No
me gusta lastimar a nadie. Por suerte conocía a Ben porque él me evita esas
cosas- Dijo aliviado, pero triste.
-Sí…
Una pregunta- Él la miró-No tiene nada que ver, pero… Sí tuvieras una hija ¿Cómo
le pondrías?- Estaba sonrojada, jamás le había dicho eso a nadie. Jamás se
había sentido tan cómoda junto a alguien.
Él
se sorprendió, pero luego de pensar un poco contesto:
-Esmeralda,
como mi madre- La mirada dulce de Leon provoco que Mel se enrojeciera más.
-Es…
muy lindo- Y sonrieron.
-¿Te
gusta, Ben?- Ni él sabía porque esa pregunta salió de sus labios.
-No…-
Dijo calmada-Tú si- Mel se sentía idiota, pero ya no lo aguantaba más.
Sus
miradas se cruzaron y el mundo se esfumo. Se sentían los únicos.
-Eso
demuestra, que no entiendo a las mujeres- Sonrió.
-No
rompas el momento- Dijo ella algo enojada.
-¿Qué
momento?- Preguntó Leon realmente perdido.
-Enserio
eres tonto, pero… eso es lo que más me gusta de vos- Ella loa aprisionó contra
el césped.
-¿Querés
besarme?- Preguntó algo sonrojado.
-Solo
si tú… quieres- Se miraron una vez más y él sin pensarlo asintió.
Ambos
se acercaron y cuando sus labios se tocaron sintieron que nada más en el mundo
los separaría.
-¿Interrumpo?-
La voz de Ben hiso que se separaran de golpe.
Ambos
lo miraron asustados. Rápidamente se levantaron.
-Lo
siento, Ben- Dijo Leon asustado.
Cuando
llego a su lado, Ben lo abrazo y le susurró.
-Tranquilo.
Lo único esta noche… voy hacer que nunca más quieras besar a otro- Su tono fue
dulce y tranquilo.
-Sí-
Dijo en el mismo tono, pero feliz.
De
repente por los altavoces se escuchó.
-¡Perdimos,
perdimos los Estadounidenses entraron en territorio! ¡Se estiman 5 minutos para
la llegada al campo de concentración!-
Ben
sujetó la mano de ambos y en voz baja creyendo que nadie lo escuchaba (cosa que
no era cierto porque ambos lo hicieron) dijo:
-Parece
que llegó mi fin- Comenzaron a correr.
Pero
ni Leon, ni Mel dijeron nada, no creyeron que los dijera enserió.
Al
llegar a la “habitación” de Ben. Leon preguntó:
-¿Qué
hacemos, ahora?-
-Leon
quiero que pongas algo del último cajón y Mel por favor cámbiate con tu ropa de
antes, rápido- Una vez entraron en los cuartos Ben se sentó en el sillón.
Cuando
salieron, con la ropa desgastada que los disfrazaba muy bien. Nos les dio el
tiempo de decir nada.
-Vamos-
Volvió a tomarlos de sus manos y camino a paso acelerado.
Fue
hasta el edificio principal y se metió dentro del salón donde marcaban a los residen
llegados.
-¿Qué
vamos a hacer acá?- Preguntó Leon asustado.
Ben
lo acerco a una mesa y le subió la manga del buzo a Leon. Mel y Leon se
asustaron.
-Mel,
sujétalo- Se acercó a otra mesa y tomo una marca, con una numeración cualquiera.
Prendió
como pudo el fuego y la asentó sobre él.
-¿Qué
aras, Ben?- Preguntó ella.
Sin
decir una palabra se acercó a ellos con la marca caliente. Miró a Leon con un
dolor incalculable y dijo:
-Lo
siento- Y apoyó la marca sobre su brazo.
El
grito de dolor de Leon corrompió el corazón de Ben. Lo retiró sin dudar, con
mucho cuidado lo vendo y salieron de la habitación.
Escucharon
unos disparos y pararon.
-Llegaron,
Ben- Dijo Leon.
-Sí,
continuemos- Dijo con una voz triste.
Salieron
y se encontraron con muchos sondados apuntándolos.
-¡Suelte
a los civiles y no lo aremos daño!- Gritó uno de ellos.
-Por
supuesto, no quería hacerles daño de todas formas- Dijo Ben sereno.
-¿Qué
haces, Ben?- Preguntó Leon.
Pero
Ben no quería hablar, no quería despedirse. Leon lo abrazo y beso su mejilla.
-Te
amo- Dijeron ambos en voz baja.
-Muchas
gracias, Ben- Dijo Mel tomando a Leon de la mano y llevándoselo.
Ben
se mató antes de que pudieran juzgarlo por sus pecados. Leon y Mel comenzaron a
vivir juntos. Jamás olvidaron a Ben, sobre todo Leon quien a partir de ese día
sufrió trastornos mentales. Leonard nunca la dijo a Melody el día de su cumpleaños,
jamás se festejó…
Espero que les aya gustado.
TE AMO, ONEE-SAMA!!!!!!!!!!!!!
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