Lo mejor del mundo

lunes, 25 de marzo de 2013

Vein-ti-TRESSS!!

Bueno acá esta la historia de Alex... la deje en suspenso para que esperes con ansias la proxima.


Eran solo niños (1978)
Historia de Alexander
Ellos eran frágiles y pequeños como lo pueden ser un par de niños de tres años, un par de rubios muy consentidos por ser los primeros. Pero no todo siempre es miel sobre hojuelas.
-¡No papí!- Gritó uno pequeño.

Él tenía cinco años, hijo único, niño prodigio. Sus padres eran muy buenos con él.
Eran bastante pobres, pero nada les importaba si estaban juntos.
-Ma, mira. Que linda estrella- Se podía ver al niño jugar en el patio.

Era una tarde como cualquier otra. Esta era la cuarta o quinta que se mudaban de  un país. Como era de esperar su madre, en su primer día de clase debía hacer amigos, pero que menos quería el niños que hacer amigos.
-Que tengas buen día, mi amor- Dijo la mujer dándole un beso en la frente.
-Sí, mami- Dijo algo divertido.
Al entrar en el aula todo fue como ya lo había sido muchas veces. Una rutina repetitiva que él no notaba por ser tan pequeño.
Cuando salió del aula vio a un hombre que le llamaba la atención, este tenía el pelo rubio como los ojos del niño. Era más alto que el resto de la gente. Él pequeño no podía dejar de verlo.
De repente el hombre noto la mirada del niño y se acercó junto con sus gemelos cuyos rostros estaban pálidos como si el miedo les apretara el cuello y los asfixiara.
-Niños saluden- Dijo él hombre con una sonrisa.
-Hola- Dijeron al mismo tiempo, con una voz temerosa.
-Hola, soy Alex ¿Y ustedes?- Dijo el pequeño extendiendo su mano.
-Yo soy Bernard- Dijo el pequeño con guantes.
-Yo Frederick- Parecía más asustado que su hermano, además temblaba.
-Alexander ¿Qué te dije de hablar con extraños?- Dijo Edward alzándolo.
-Perdón, papi- Dijo Alex feliz y lo abrazó.
-Lo siento, no debí hablarle. Fue mi culpa, no lo culpe a él- Dijo apenado- Bueno niños vamos, los espera su madre- Se despidió y desapareció entre la gente.

Los días pasaron como algo más, pero esta vez Alex había hecho amigos. Iba mucho a su casa, jugando por las tardes y a veces durmiendo en las noches. Todo era normal hasta que un día…
-Papi ¡No!- El grito resonó en la casa, sin salir al exterior.
Un tajo profundo, un golpe certero. Una sonrisa escondida y muy dolor.
Su rostro se desfiguro cuando lo tomó de la muñeca y lo sostuvo frente a él. Con un afilado cuchillo tajó su mano.
El piso se llenaba de sangre, de sudor… de lágrimas, pero apenas se notaba porque las puertas y ventanas estaba tapadas con sumo cuidado.
Lo acostó en la cama donde un escurridizo rayo de luz le dejaba ver lo que sucedía. Escuchaba gritos que no entendía por su edad. Veía a sus amigos ser… lastimados y esa fue la primera vez que vio, algo que jamás recordó el nombre, porque su mente bloqueó toda relación… sangre. Se extendía por la cama, por los cuerpos, por el piso.
De repente todo acabó se había desmayado y por ende Leonard despertó. Primero no vio nada porque su vista se nublaba, pero luego el olor lo asustó.
Limpió todo con desesperación, sin saber lo que había hecho. Repitiéndose una y otra vez que no tendría que haberse quedado solo y menos con los niños.
Los baño llorando, los acostó y se encerró en su habitación. Intentó recordar porque es que había sucedido, que pasaba por su mente cuando él hacía esas cosas…
Recordó a Ben y se inyectó, por fin, su calmante.
Al día siguiente to pareció normal, pero Leonard no apareció ¿Cómo podría enfrentar el ver a sus hijos así? ¿Cómo podría soportar que le temieran? ¿Cómo?

Los meses pasaron como si nada estuviera pasando. Nadie se daba cuenta y para Leonard, que cada vez tenía más ataques, todo era como si otro lo hiciera. Porque empeoraba.
Para suerte de Alex su padre se dio cuenta ya que notaba la maldad en la gente, siempre fue su trabajo. Un día mientras estaba en la casa de sus queridos amigos Edward irrumpió llevándose a su hijo diciendo:
-No diré nada, solo no se acerquen más a mi hijo- Y se fue, sin más.
-¿Por qué padre, debo alejarme de mis amigos?- Preguntó el niño entre llantos.
Edward, que tiraba de su muñeca, caminaba furioso.
-Porque desde que estas con ellos volvés a casa lastimado y todo por culpa de su padre, lo que ese hombre hace es muy malo, uno no tiene que lastimar a su familia jamás ¿Oíste?- Él no quería ser de esa forma, pero la vida de la persona que más amaba estaba en un gran riesgo.
Alex miró hacia atrás y pudo ver como sus dos amiguitos lo saludaban con tristeza y lágrimas chorreando por sus mejillas. Levanto su diminuta mano, llena de cortadas profundas, y se despidió para nunca volver.
-Sí, padre- Contesto a la pregunta que hacía rato su tan amado padre había realizado.
De atrás de los pequeños, que ya estaban bastante lejos, apareció Leonard, quien se odiaba por lo sucedido. Sujetó a ambos y se los llevó.
Tuvo miedo, mucho miedo y lloró aún más, pero no por él. Él ya estaba a salvó juntó a su padre. Si no por sus amigos porque aquel hombre no era bueno, para sus ojos y siempre los haría llorar.
Seis años después
Los vio entre los chicos del orfanato, eran altos y rubios como sus ojos, iguales a su padre. Pidió que no en todo…  

Mañana: "El primer amor"
Te amo!!
Mio

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